Trump rechaza propuesta de Maduro para una transición prolongada mientras EE.UU. intensifica presión militar y encubierta sobre Venezuela
Caracas/Washington, 20 de noviembre de 2025 – En un contexto de escalada tensión entre Estados Unidos y Venezuela, el diario The New York Times (NYT) reveló este martes que el gobierno de Nicolás Maduro propuso, a través de canales extraoficiales autorizados por la Casa Blanca, una transición de dos a tres años que culminaría en su renuncia ordenada al poder. La oferta incluía concesiones significativas, como mayor acceso de empresas estadounidenses a las reservas petroleras venezolanas. Sin embargo, la administración de Donald Trump la rechazó de plano, considerando "inaceptable" cualquier demora en la salida inmediata de Maduro, a quien Washington no reconoce como presidente legítimo desde las controvertidas elecciones de 2024.
El reporte del NYT, basado en fuentes anónimas de alto nivel en el gobierno estadounidense, detalla que estas negociaciones back-channel se reactivaron en paralelo a una agresiva campaña militar en el Caribe y el Pacífico, presentada oficialmente como operaciones antinarcóticos pero vista por analistas y por el propio gobierno venezolano como un asedio directo al régimen chavista. Hasta la fecha, EE.UU. ha realizado al menos 21 ataques aéreos y navales contra embarcaciones sospechosas, destruyendo 22 lanchas y causando más de 80 muertes, según cifras oficiales del Pentágono. La administración Trump califica estas acciones como parte de una "guerra contra el narcoterrorismo", vinculando directamente a Maduro con el denominado "Cartel de los Soles".
La propuesta rechazada y las concesiones ofrecidas
Según el NYT, representantes cercanos a Maduro transmitieron la oferta de una transición de "un par de años" (o hasta tres, según versiones corroboradas por Associated Press) que garantizaría una salida "ordenada" y evitaría un colapso abrupto. A cambio, Caracas estaría dispuesta a:
- Abrir las enormes reservas petroleras venezolanas (las mayores del mundo) a compañías energéticas estadounidenses.
- Posiblemente romper alianzas con adversarios de Washington, como Irán, Rusia y China.
La Casa Blanca, sin embargo, descartó el plan por prolongar la permanencia de Maduro, un líder acusado por EE.UU. de narcoterrorismo desde una indictación de 2020 y con una recompensa de hasta 50 millones de dólares por su captura. Fuentes del NYT indican que Trump, en privado, ha expresado interés en el petróleo venezolano, pero prioriza una salida inmediata del mandatario.
Maduro negó rotundamente la existencia de tales negociaciones en su programa semanal Con Maduro +. "Son mentiras fabricadas para dividir al pueblo y justificar agresiones", afirmó, insistiendo en su disposición al diálogo directo "con respeto a la soberanía". El vicepresidente venezolano, Delcy Rodríguez, había calificado previamente las operaciones estadounidenses como un intento explícito de "cambio de régimen".
La cara visible: operaciones "antinarcóticos" con saldo mortal
Desde septiembre de 2025, el Comando Sur de EE.UU. ha intensificado patrullas en el Caribe y el Pacífico oriental. El despliegue incluye:
- El portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford (el más avanzado del mundo) y su grupo de combate, con más de 15.000 efectivos.
- Destructores, submarinos, aviones F-35 y drones MQ-9 Reaper.
- Al menos 21 ataques confirmados que han hundido embarcaciones, con un saldo de al menos 83 muertos (cifras del Pentágono; organizaciones humanitarias hablan de posibles civiles).
Washington afirma que las lanchas pertenecían a grupos como Tren de Aragua o estaban vinculadas al "Cartel de los Soles", liderado supuestamente por Maduro. Sin embargo, no ha presentado pruebas públicas de cargamentos de droga en la mayoría de casos, lo que ha generado críticas internacionales. Colombia, bajo Gustavo Petro, suspendió el intercambio de inteligencia con EE.UU. en protesta, y expertos de la ONU han calificado las acciones como posibles violaciones al derecho internacional humanitario y a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
La cara oculta: CIA y planes encubiertos
El NYT confirma que Trump dio "luz verde" a la CIA para operaciones encubiertas dentro de Venezuela, destinadas a "preparar el campo de batalla" para escenarios futuros. Estas podrían incluir:
- Sabotaje a infraestructura crítica.
- Ataques cibernéticos.
- Operaciones psicológicas y de información para fracturar el apoyo militar a Maduro.
El presidente ha sido explícito: en octubre admitió públicamente la autorización a la CIA para acciones letales en territorio venezolano. En reuniones recientes en la Sala de Situación de la Casa Blanca, Trump revisó opciones que van desde bombardeos selectivos hasta, potencialmente, intentos directos contra el propio Maduro, aunque no se ha aprobado invasión terrestre.
Reacciones regionales y riesgos de escalada
La llegada del USS Gerald R. Ford ha puesto en alerta máxima a Venezuela, que movilizó tropas costeras y realizó ejercicios militares. Rusia reforzó defensas antiaéreas venezolanas, según reportes. Países como Colombia, Brasil y México han expresado preocupación por una posible "nueva intervención yanqui" en América Latina.
Analistas advierten que una acción militar abierta podría desencadenar una crisis migratoria masiva, guerra civil o confrontación con aliados de Caracas (Irán ha establecido bases de drones en Venezuela). Por otro lado, la oposición venezolana, liderada por figuras exiliadas como María Corina Machado, mantiene contactos con Washington para un eventual "pos-Maduro", aunque sin detalles públicos.
Trump, consultado esta semana, no descartó "ninguna opción", incluyendo conversaciones directas con Maduro o tropas en terreno. "Tenemos que cuidar Venezuela", declaró, dejando abierta la puerta a un desenlace impredecible en las próximas semanas.
Esta revelación del NYT confirma que, pese a la retórica belicista, persisten canales diplomáticos secretos. Sin embargo, el rechazo a la transición propuesta sugiere que la administración Trump apuesta por la presión máxima, combinando fuerza visible y operaciones en la sombra, en un intento por forzar la caída del régimen chavista antes de que termine 2025. La región observa con alarma: el Caribe, una vez más, es escenario de una pulseada entre Washington y un gobierno latinoamericano desafiante.
