Berlín, Alemania (DW Documental) – TikTok, la aplicación de videos cortos que conquista a los jóvenes con bailes, canciones y contenido viral, ha superado los 1.600 millones de usuarios en todo el mundo. Propiedad de la empresa china ByteDance, esta plataforma se ha convertido en un fenómeno cultural adictivo, pero también en objeto de profundas sospechas por parte de gobiernos occidentales. Un documental de DW explora sus orígenes innovadores, su algoritmo manipulador y los temores fundados de que sirva como instrumento de propaganda y vigilancia del régimen chino.
El reportaje, titulado TikTok, China y el miedo a la propaganda digital, traza la historia de la app desde sus raíces en 2013, cuando estudiantes de una escuela de bellas artes en París crearon "Mindy", una pionera en videos verticales con música. Inspirada en Vine, esta idea atrajo inversores estadounidenses, pero fue replicada en China por Alex Zhu, quien lanzó Musical.ly en Shanghai en 2014. En 2016, se fusionó con Douyin para formar TikTok bajo ByteDance, fundada por Zhang Yiming en 2012. La plataforma explotó globalmente, especialmente durante la pandemia, capturando al 40% de usuarios menores de 24 años, quienes pasan en promedio casi dos horas diarias en ella.
Expertos y testimonios revelan el poder de su algoritmo "For You", que en segundos personaliza el contenido para maximizar la retención, creando una adicción similar a una "ruleta rusa" digital. Moderadores de contenido en Europa describen un sistema opaco: etiquetan videos, pero no controlan eliminaciones ni reciben guías claras sobre temas sensibles como propaganda. La periodista Cristina Criddle relata cómo empleados de ByteDance espiaron sus datos para rastrearla. Exiliados uigures, como Abdurrahman, denuncian que en la versión china (Douyin) predomina la propaganda estatal, negando el genocidio en Xinjiang.
El documental presenta evidencias de influencia china: documentos internos muestran inversión estatal en ByteDance, y la app amplifica desinformación sobre COVID-19 (origen en EE.UU.), la guerra en Ucrania (videos pro-rusos con miles de millones de vistas) y temas sensibles como los campos uigures, donde cuentas críticas son suspendidas, como le ocurrió a la influencer Ferosa por un video disfrazado de tutorial de maquillaje.
Aunque TikTok anuncia servidores en Europa para datos locales (desde 2023), críticos argumentan que el acceso desde China persiste. Comparaciones con plataformas occidentales como Facebook destacan hipocresías, pero el vínculo con el Partido Comunista chino marca la diferencia. Un artículo oficial en el People's Daily describe apps como TikTok como "altavoz" para la voz china global.
El reportaje concluye que TikTok representa una revolución tecnológica irresistible, pero también un riesgo geopolítico: un "opio digital" que entretiene mientras recolecta datos masivos y difunde narrativas favorables a Pekín, en un contexto de guerra informativa. ¿Inocente diversión o arma blanda de influencia? El enigma persiste, invitando a una reflexión crítica sobre nuestra adicción digital.
Este impactante documental de DW, disponible en YouTube, combina historia, tecnología y geopolítica para desentrañar uno de los mayores debates digitales de nuestra era.