Turín, Italia (DW Documental) – El Sudario de Turín, conocido también como la Sábana Santa, sigue siendo uno de los objetos religiosos más enigmáticos y controvertidos de la historia. Esta tela de lino de aproximadamente 4,40 metros de largo por 1,13 de ancho muestra la imagen de un hombre que parece haber sufrido torturas similares a las descritas en la crucifixión de Jesucristo: heridas por flagelación, una corona de espinas, marcas de clavos en manos y pies, y una herida en el costado. Para millones de creyentes, se trata de la sábana que envolvió el cuerpo de Jesús tras su muerte. Sin embargo, científicos y escépticos lo consideran una falsificación medieval. Un nuevo documental de DW explora este debate eterno.
El documental, titulado El misterio del Sudario de Turín, presenta una investigación forense que recorre desde la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén hasta Turín, donde la reliquia se conserva desde hace más de 300 años en una capilla especial de la catedral. La pieza destaca las opiniones divididas entre expertos: por un lado, investigadores como el químico italiano Luigi Garlaschelli, quien ha recreado la imagen mediante experimentos y concluye que es una "ingeniosa falsificación", aunque admite que quedan interrogantes abiertos. "El Sudario es como un agujero negro: si te acercas demasiado, te absorbe y no puedes escapar", afirma Garlaschelli.
Por otro lado, defensores de su autenticidad, como el investigador estadounidense Joe Marino, quien tras años de estudio se convirtió al catolicismo y ha escrito libros y artículos convencidos de que se trata del "auténtico sudario de Jesús". Marino declara: "Siento que he sido llamado a estudiar el Santo Sudario y a informar sobre él a la gente".
La historia documentada del Sudario comienza en el siglo XIV, cuando se exhibió por primera vez en Lirey, Francia, en 1354. Documentos históricos mencionan prácticas cuestionables, como pagos a personas para simular milagros y atraer peregrinos. Además, se exploran posibles conexiones con reliquias bizantinas, como el "mandylion" (una imagen legendaria del rostro de Jesús), y su supuesto ocultamiento en Estambul durante siglos.
Análisis científicos revelan detalles impresionantes: en la imagen negativa fotográfica, tomada en 1898, se aprecian más detalles del cuerpo y las heridas que a simple vista. Hay trazas de sangre, quemaduras por un incendio en 1532 y pliegues históricos. Sin embargo, la datación por carbono-14 en 1988 lo situó en la Edad Media (entre 1260 y 1390), aunque algunos argumentan que las muestras estaban contaminadas por reparaciones posteriores.
El Sudario ha sobrevivido a dramas como el incendio de 1997 en la capilla de Turín, donde fue rescatado milagrosamente. Hoy se guarda en una urna con atmósfera controlada y vidrio antibalas, y solo se exhibe en ocasiones especiales, atrayendo a millones de peregrinos, incluidos varios papas.
El documental concluye que el enigma persiste: ¿prueba histórica de la existencia y pasión de Jesús, o una obra maestra de engaño para atraer devotos y recursos? Como dice Garlaschelli, "una vida no basta" para resolverlo.