La mafia de la cocaína infiltra los puertos europeos con ayuda interna
Por [Tu Nombre o Medio Periodístico] – 27 de diciembre de 2025
Los puertos europeos, especialmente los de Hamburgo, Róterdam y Amberes, se han convertido en las principales puertas de entrada para el contrabando de cocaína proveniente de Sudamérica, gracias a la colaboración de empleados corruptos que actúan como "infiltrados" para los cárteles internacionales. Así lo revela el documental "En manos de la mafia de la cocaína: cómo se infiltran los puertos europeos", producido por DW Documental y publicado en YouTube a inicios de diciembre de 2025, que ya supera las 960.000 visualizaciones.
El reportaje detalla cómo los cárteles dependen de trabajadores portuarios —conductores, personal de logística, informáticos o operarios— para localizar contenedores con droga entre miles de envíos legítimos y extraerlos sin pasar controles. Estos colaboradores, conocidos como "la puerta", reciben pagos de cuatro a cinco cifras por operación, pero una vez involucrados, difícilmente pueden salir del negocio criminal debido a las amenazas de la mafia.
Un caso real destacado en el documental ocurrió en el puerto de Hamburgo: un buque procedente de Ecuador llegó con 600 kilos de cocaína ocultos en cajas de bananos. Gracias a una alerta de autoridades estadounidenses, los investigadores intercambiaron los paquetes, instalaron un GPS y siguieron el rastro hasta detener a los cómplices durante un intento fallido de extracción, que involucró manipulación informática y retrasos logísticos coordinados.
El documental enfatiza que solo se detecta entre el 10% y 20% de la cocaína que ingresa, lo que convierte este en un negocio multimillonario. En 2024, Hamburgo decomisó más de 2 toneladas de la droga. Además, resalta el aumento de la violencia asociada, incluyendo asesinatos por disputas en el tráfico.
Como respuesta, en 2024 se creó el Centro de Seguridad Portuaria en Hamburgo, una iniciativa conjunta de aduanas, policía y operadores portuarios para capacitar al personal y prevenir reclutamientos. El reportaje muestra el trabajo diario de los investigadores: controles con perros rastreadores, escáneres móviles de rayos X y cooperación internacional, comparando también las medidas avanzadas en Róterdam, como cámaras de vigilancia y análisis de datos.
Los involucrados enfrentan penas severas, de 3 a 10 años de prisión, pero los cárteles siguen adaptándose con métodos como sellos falsos o escondites en mercancías legales.
Este documental de DW subraya la vulnerabilidad de las infraestructuras europeas ante el narcotráfico organizado y la necesidad de mayor vigilancia para proteger a los trabajadores y cerrar estas "puertas" al crimen.
